Ingredientes:
225 gr de mantequilla pomada.
170 gr de azúcar.
100gr de chocolate negro para postres.
240 gr de harina de repostería.
75 gr se maizena.
200 ml de leche.
4 cucharaditas de levadura en polvo.
1 cucharadita de esencia de vainilla.
2 huevos.
½ cucharadita de sal.
Al lío:
Separamos las yemas de las claras de los huevos, colocamos ambas en dos recipientes y reservamos.
Tamizamos en un recipiente la harina y la maizena y mezclamos con la levadura y la sal. Reservamos.
Derretimos el chocolate al baño maría ( un cazo con agua y otro cazo dentro del mismo con el chocolate) y reservamos.
Precalentamos el horno a temperatura media.
Depositamos la mantequilla pomada en un bol grande y batimos hasta que esté bien cremosa; agregamos, sin dejar de batir, media cantidad de los 170 gr de azúcar (85 gr si queréis ser exactos). A continuación se le añade, batiendo con más velocidad, la esencia de vainilla, las yemas de los huevos y el chocolate derretido.
Cogemos la mezcla seca ( harina,levadura...) y añadimos poco a poco alternando con la leche. En cada adición se remueve la mezcla para homogeneizar la masa.
Batimos las claras de huevo a parte hasta que queden a punto de nieve, se le añade el resto del azúcar y se incorpora a la masa. Mezclamos bien hasta que esté todo bien integrado.
Tomamos un molde ( nosotras hemos usado uno tipo plumcake) y, previo engrasado con mantequilla, aceite o con papel de hornear, vertemos la masa uniformemente. Introducimos en el horno durante una media hora pero ya sabéis lo que decimos de los hornos o sea que, una vez transcurrido ese tiempo, estad atentos y pinchad con un palillo para ver si está listo o le falta un ratito más.
Cuando nuestro bizcocho estuvo listo le añadimos una cobertura de chocolate que os recomendamos fervientemente para futuras tartas. Es LA cobertura.
Ingredientes para la cobertura:
50 gr de azúcar.
1 cucharada de maizena.
20 gr de chocolate negro para postre troceado.
80 ml de agua.
1 cucharada de mantequilla.
½ cucharadita de esencia de vainilla.
pizca de sal.
Ponemos a hervir el agua en un cazo y en otro mezclamos la maizena, el azúcar, el chocolate troceado y la sal. Se remueve mientras se agrega, lentamente, el agua hirviendo.
Una vez esté todo integrado lo ponemos a fuego y removemos continuamente. Cuando se espese ( no os asustéis si tarda, la maizena siempre hace efecto) se retira del fuego y se le añade la mantequilla y la esencia de vainilla. Removemos hasta que tengamos una cobertura de chocolate brillante, ligeramente espesa y con un suave perfume a vainilla.
Extendemos sobre el bizcocho antes de que se enfríe y, dependiendo del resultado que queráis, se introduce en el frigo o se deja a temperatura ambiente.
Podéis espolvorear un poco de cacao en polvo o añadir decoración, eso os lo dejamos a vuestra elección. Buen provecho : ).
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